Buscadme y Viviréis
¿Qué sería de nosotros si no hubieras hecho el sol?
¿Qué sería de nosotros sin la luz o el calor?
Somos frágiles criaturas en Tu mundo sin igual
¿A dónde vamos si Tu mano no detiene el temporal?
Y aun así somos capaces de olvidarnos de Tu amor,
levantarnos con orgullo y sin razón.
Quiero darte con mi canto lo que pocos te dan hoy:
a Ti la gloria, solo a Ti el honor.
Somos tan inteligentes en nuestra propia opinión,
sin embargo tan pequeños ante Ti, oh Señor.
Ves nuestras limitaciones que nos hacen fracasar
y lentamente nos restauras,
y haces que el sol vuelva a brillar.
Y aún aveces pretendemos en nuestra imaginación
ser el gran protagonista de la acción,
ignorando Tu presencia, Tu cuidado y Tu amor
A Ti la gloria, solo A Ti el honor.
En mi propia vida veo la huella de Tu amor
que momento a momento me ha guiado, oh Señor.
No quisiera ser tan necio de olvidar el gran dolor
que sufriste por mi culpa ofreciéndome el perdón.
Y si alguna vez me alzase con soberbia y pretensión
intentando ser yo mismo el autor,
hazme ver tu cuerpo herido y avergüénzame Señor,
A Ti la gloria, solo A Ti el honor.
Haznos ver Tu cuerpo herido y avergüénzanos Señor,
A Ti la gloria, solo A Ti el honor.
Dime Qué Más
Dime qué más puede hacer Jesús
si entregó toda Su sangre en la cruz,
si murió abandonado en soledad
por darnos vida en abundancia,
por su inmenso amor,
caminó sobre las aguas
y calmó la tempestad,
cautivo mil corazones
con Su amor y Su bondad.
Dime qué más tiene que hacer
para lograr que nuestras vidas
rendidas caigan a Sus pies.
Dime qué más, qué más,
qué más puede hacer Él
para ganar todo tu amor,
tu confianza y tu fe.
¿Acaso tiene que morir otra vez
por tu maldad?
Dime, qué más...
Dime qué más puede hacer Jesús
si entrego toda Su sangre en la cruz,
si murió abandonado en soledad
por darnos vida en abundancia,
por Su inmenso amor,
nos abrió el camino al Padre
y calmó nuestra ansiedad,
consiguió hacernos libres
por Su amor y Su bondad.
Dime qué más tiene que hacer
para lograr que nuestras vidas
rendidas caigan a Sus pies.
Dime qué más, qué más.......
El Niño de Belén
Nació como un bebé pequeño y nada más,
como uno entre tantos que a la vida nacen ya.
No ocurrió nada más, era un niño.
Nació y ninguno preguntó si de mayor
Él tendría gran poder para sanar,
si andaría sobre el mar.
Era un niño.
Nació y ninguno preguntó si iba a morir,
si la gente algún día lo iba a odiar,
si sería el Redentor,
si traería libertad.
¿Quién penso que aquel niñito moriría en la cruz
trayendo a nuestro mundo nueva aurora de luz
y una nueva vida y una oportunidad
de llegar al Padre una vez más?
¿Quién pensó que al tercer día iba a resucitar
batiendo al infierno y a la muerte fatal,
abriendo nuevos tiempos de felicidad
Por amor, por amor a ti?
Hoy nuestro mundo se ha olvidado de Jesús,
ha cambiado Su victoria por placer terrenal,
de Su cruz queda ya un recuerdo.
Vivir, matar si es necesario alguna vez,
cortar la vida antes de que pueda aún nacer,
y del niño de Belén un recuerdo;
jugar a ser una mejor generación
marcharse si es posible del hogar,
sembrar odio y rencor, sin saber perdonar.
Escucha en esta hora la eterna verdad
que el niño de Belén un día va a regresar
y en gloria y en poder Él juzgará tanta maldad
marcando frontera final.
Y todo el universo le podrá contemplar
y toda obra oculta a la luz nacerá.
Su iglesia marchara con Él a un nuevo lugar,
un hogar, un dulce hogar que Él prepara ya.
Toca tu Pueblo
Tú los tocaste Señor
y cambiaste todas sus vidas
cojos y siego sentados, esperando.
Tú los tocaste Señor
y les diste nueva vida,
Tú los tocaste y puedes hacerlo también hoy.
Tú los hiciste libres
con Tu amor y Tu poder,
Tú solo buscas un corazón sincero
y lleno de fe.
Toca Tu pueblo otra vez Señor,
no nos dejes morir,
haznos sentir otra vez momentos de amor,
vuelve hacernos vivir,
no nos deseches en ira cruel,
somos Tu pueblo, Tu Israel,
toca a Tu pueblo Señor
otra vez.
Buscadme y Viviréis
Cada vez más violencia,
más maldad en la tierra,
parece que el amor ha muerto
y la locura reina
sobre la humanidad.
Jóvenes acabados,
niños abandonados
a precio de placer
y decidiendo solo el interés.
¿Dónde queda la justicia y la vergüenza?
¿Dónde quedan el castigo y la razón?
¿Porque callas Tú, Señor, y nos olvidas?
¿Cómo puedes permitir tanto dolor?
Dime ¿dónde está aquel Dios,
el Dios de Elías
que de vez en cuando se dejaba oír?
¿Cuánto tiempo tardará aún Tu espíritu
en venir...?
Necios como niños,
torpes cachorrillos,
cómo nos gusta jugar
y nos gusta preguntar
aquello que hace tiempo
sabemos ya.
Dios aún sigue hablando,
sigue aún contestando
y aquel que quiere oír
aún puede percibir
Su voz de amor.
¿Cómo puedo derramar Yo de mi Espíritu,
si mis hijos no se vuelven hacia Mi?
ahora cíñete como un varón valiente,
Yo hablaré y tú me contestarás a Mi.
¿Dónde están aquellos hombres como Elías,
que dejaron todo por seguirme a Mi,
que rompieron compromisos con el mundo
solo por agradarme a Mi?
¿Dónde están aquellos tres que en Babilonia
prefirieron ser quemados a ceder?
¿Dónde está aquel Daniel que me adoraba?
¿Dónde está la santidad de aquel José?
¿Dónde está ese niño que mató al gigante?
¿Dónde están los sucesores de Josué?
¿Dónde están esas mujeres entregadas
como Ester?
Jóvenes acabados
niños abandonados
a precio de placer
y pagan inocentes
los errores de otros
en el ayer...
Si Mi pueblo se volviese y me buscase
renovando así su entrega y su fe,
si me amasen como aman sus caminos,
si olvidasen los rencores del ayer,
Yo abriría las ventanas de los cielos
y la tierra hoy vería Mi poder,
mientras tanto aún repito como antaño:
buscadme y viviréis.
Oh, Qué Amor
Por el mundo no encontré
un amor que fuese igual
y por mas que encuentre amor
El tuyo es sin par.
Te humillaste hasta lo sumo,
nadie a hecho nada así
y triunfaste sobre el Hades
para darnos tu vivir.
Oh, qué amor, inmenso amor
inagotable, que no tiene fin
que aún sufriendo y agotado
despreciado y al morir
rescataste multitudes
y a mí.
Dulce nombre de Jesús
tienes algo de especial
y al decirlo mi alma siente
Tu calor, Tu paz.
Y me siento tan pequeño
al saber que me amas Tú
que me admiro al contemplarte
abrazado a Tu cruz,
Mas allá de la frontera que cualquiera puede hallar,
en el fondo más obscuro del mar,
donde nadie ha llegado,
Jesús ha enterrado mi maldad.
Y sin embargo cuantas veces tropiezo al caminar
por errores del ayer que me atormentan,
acude a mí y hazme libre del temor una vez más.
Libérame de estas cadenas que me están atando
y hazme volar más alto que la tempestad
y deja que un rayo de luz ilumine mi alma
que estoy cansado ya de tanta obscuridad
Oh, deja que Tu soplo caiga suave sobre mi
como lluvia que desciende en la mañana,
libérame y que el viento lleve lejos
el recuerdo de mi ayer
que has borrado con Tu sangre por siempre,
libérame y enséñame a olvidar tal como Tú lo has hecho ya
pon Tu paz y Tu perdón en mi,
libérame.
Sólo una Vez
Mira al sol nacer en lo alto
y extender su luz,
mira las estrellas y la luna
en su plenitud,
oye cómo gime el viento
en su andar veloz,
siente cómo cae la lluvia
canta su canción;
contempla el milagro de la creación
reflejado en la humanidad
y piensa en tu vida y en tu condición
como hombre entre lo demás,
y dime si es sabio
vivir alejado de Dios sin más;
¿no es acaso cierto que todo es vanidad
y que alguien nos ama con suma intensidad?
Si es verdad que Él vive ¿por qué no intentar
buscarle y seguirle sin dudar?
Si es cierto que existe Dios
será importante encontrarle...
que solo se vive una vez,
una vez...
Mira cómo pasa el tiempo
rueda sin parar,
del verano al frío invierno
y vuelve la Navidad,
te contemplas a ti mismo
otro año más,
días que han pasado y que
nunca volverán;
escucha la voz de tu propia consciencia
que suele traerte luz,
y acuérdate de tu Creador
en los días de fuerza y de juventud,
y traza tu senda con un nuevo rumbo
desde la cruz;
¿Quién podrá entenderte mejor que tu Creador?
¿Quién podrá llenarte mejor que el mismo Dios?
¿De qué te sirve tanto placer y tanto afán
si una deuda amarga es tu final?
¿Por qué no amar más a Jesús
que dio Su vida por ti en la cruz?
Que solo se vive una vez,
una vez...
Cuando acabe tu camino
y mires atrás
cuida de que puedas alegrarte
de verdad
que tu rostro se ilumine
de felicidad
y compruebes que has vivido
anclado en la verdad;
que no ha sido en vano tu tiempo en la tierra
porque has caminado en la luz
porque hubo un momento tranquilo en tu vida
cuando aceptaste a Jesús,
podrás entender que fue mucho mejor
amar la cruz;
párate y acepta el perdón y la bondad
que Jesús te ofrece y que puedes alcanzar,
antes que te llegue el momento de partir
y al final te tengas que arrepentir
y llores, en soledad,
por no haber hallado el camino...
que solo se vive una vez,
una vez.
Homenaje
Queremos que estés aquí Jesús
no ser como el mesonero de Belén
ni ser como aquellos sabios
creyendo tener Tu ley
pero ciegos sin ver que aquel niño de doce años
era el rey.
Queremos que estés aquí Jesús
no ser como aquellos otros de Nazaret
que habiéndote conocido
no te podían admitir
como Tú bien dijiste, ningún profeta es querido
en su país.
Y no seria justo hablar juzgando su actitud
pues no somos nosotros hoy mejores
la sola diferencia es que sus ojos estaban
vendados
y Tú en Tu infinito amor te nos has revelado;
y es por eso que hoy te recordamos con amor
pues ya hubo contra Ti bastante odio
que ya hubo mucho gente que te oyó y te
rechazó
cerrando los oídos a Tu voz.
Quizá puedas recordar, Señor
haber sentido el rechazo con dolor
quizá en algún fariseo
o interprete de la ley
o algún otro joven rico que amaba al dinero
mas que a Ti.
Quizá puedas recordar también
a un grupo de pescadores, hombres de bien,
algunas mujeres buenas, algún Nicodemo
también
y hasta algún José de Arimatea algo tardío
pero fiel.
Si acaso hoy después de dos mil años otra vez
mirándonos a solas te preguntas
¿por cuántos he sufrido, por cuantos me he
entregado?
¿Acaso me recuerdan o quizá me han olvidado?
Que seas hoy consciente del cariño y del amor
que sigue profesándote tu pueblo
pues ya que recibiste odio a cambio de tu amor
que sepas que te amamos oh Señor.
Que sepas que en el siglo XX aun hay juventud
que busca Tus caminos y que te ama
y clama como aquellos del camino de Emaús
“Queremos que estés aquí Jesús”.
Caifás
Caifás detrás de su ventana
ve la tormenta al trasluz
mientras un rayo ilumina
la imagen fría de la cruz.
Sobre el calvario cae la lluvia sin cesar
y corre sangre desde el monte a la ciudad
“era inocente”- dice un centurión romano
y corre a protegerse a un arbusto
repitiendo “era justo”.
Caifás...
Y sobre el templo cunde el pánico otra vez
y nadie sabe a quién llamar ni lo que hacer
se ha rasgado el velo tan sagrado
que venga el Sanedrín y los escribas
que nos hablen, que nos digan...
Caifás...
Dicen que ya no fue el mismo nunca más
que se olvidó de reír y hasta de hablar.
Pobre hombre, no pudo aceptarle
quizá por no querer perder
lo suyo por dinero, por orgullo...
Lo cierto es que salió perdiendo
equivocó su decisión
teniendo todo a su alcance
no conoció a su Salvador.
Acércate hasta su ventana
y mira un poco al trasluz
que aun se ve por las colinas
la antigua sombra de la cruz.
Oh. Dios eterno, Tu misericordia
ni una sombra de duda tendrá;
Tu compasión y bondad nunca fallan
y por los siglos el mismo serás.
Coro:
Oh, Tu fidelidad, oh, Tu fidelidad,
cada momento la veo en mí.
Nada me falta pues todo provees;
¡Grande, Señor, es Tu fidelidad!